De todo este intenso mes, nos quedamos con varias cosas:
- Una gallina que nos regaló el Fon, no sabemos si por simpático o porque pretende a Inma para engrosar su lista de mujeres, que asciende a unas 40 (aunque es de mal gusto preguntar por el número exacto);
- Las risas de los niños del Holiday Program, junto con el agradecimiento a los voluntarios de Setem, que han trabajado duro junto con los monitores locales para ofrecer a los niños actividades de tiempo libre;
- Las ganas de los niños del Hospital de Sajocah, la mayoría de ellos convalecientes tras operaciones ortopédicas, que pese a sus limitaciones han disfrutado con las canciones y las manualidades.
- La hospitalidad de la familia de Bridget y de Theresia y Stephen, que nos han acogido durante un fin de semana respectivamente y nos han ayudado a acercarnos un poquito más a la vida camerunesa.
El pasado domingo Francisca fue a pedir a la parroquia un poco de dinero que le faltaba para pagar el hospital de su hija; cuando llegó se encontró en la puerta de la casa a una mujer con un bebé a la espalda que también venía pidiendo algo. Casi olvidando lo que la había traído a la parroquia, Francisca invitó a esta mujer a su casa para darle algo de comer y dejarle pañales y ropita de cuando Emilio era pequeñito, que ya no necesita, para su bebé. Y es que Francisca aún en su miseria sabe ser generosa y más que eso: agradecida por lo que tiene. Ni todos los libros juntos sobre desarrollo y solidaridad serían capaces de expresar lo que esta mujer – y muchas otras como ella – quiso expresar, sin darse cuenta, con ese gesto: que sólo siendo otro pobre entre los demás se llega a comprender y a superar la pobreza. Y todo eso sin perder la sonrisa.
Pues nada más, prometemos volver a escribir con más frecuencia. Abrazos a todos, disfrutad lo que queda de vacaciones.
Las fotos en esta entrada: La primera, durante la celebración de acción de gracias por la vida -frágil, pero con ganas de vivir- de Blaise, uno de esos chavales con ángel; la segunda, la comunidad al completo, que para el curso que viene cambiará; la tercera, los niños de Sajocah disfrutando de las actividades; la cuarta, los niños del Holiday program atareados con las mualidades, la quinta, Inma iniciándose en el difícil arte de moler el achu; y por último, Blaise (otro, no el de antes), curiosamente tocado con un gorro de piscina, al que pillamos in fraganti bebiendo vino de palma en la semana cultural de los jóvenes. Esto es todo, amigos.