Masa how?

En Pidgin English o kamtok, significa ¿Cómo estás? Este blog nace con la intención de transmitir nuestra experiencia como cooperantes en Bamenda (Camerún) con los Escolapios desde enero de 2008. Pasa, estás en tu casa.

domingo, 12 de julio de 2009

Despedida y cierre

Dice un viejo proverbio africano que las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran. Durante estos últimos días tenemos que hacer un esfuerzo por creernos ese proverbio, por que nuestro cachito de vida aquí nunca se borre y suponga en nuestras vidas un cambio a la autenticidad y a la solidaridad con el que nos rodea, como hemos aprendido de esta buen gente, con quienes hemos caminado juntos durante este año y medio. Nos sentimos sin palabras, como quien mira un espectáculo de fuegos artificiales, ante todo el cariño mostrado, la alegría derramada y también, por qué no, todos los malos ratos que esta tierra nos ha dado.
Queda poco más que decir. Tan sólo expresar a todos nuestra gratitud. A quienes nos acompañaron en esta pequeña loca idea, incluso a los que no la comprendieron, a quienes nos recibieron, a quienes nos han ayudado a sentir esta tierra más "nuestra tierra", nuestra casa, a todos los que os habéis interesado por nuestra experiencia, a los que habéis pensado o rezado por nosotros... También a la tecnología, que nos ha mantenido unidos... Especialmente a nuestras familias, y a nuestra gran familia, la fFaternidad Albisara, a Emaús... No acabaríamos nunca si no termináramos por gritar un ¡gracias! a todo el mundo, al Espíritu que llena la Tierra, y al Padre que nos cuida.
Algunas fotillos de nuestra despedida, que ilustran nuestros últimos días.Some small story whe African them talk e talk say: print whe two man whe them de walka together e no go erase. Forseka these last days we get for try for belief this thing, may the time whe e done pass e never go erase, and for this time whe e done pass e go be for make we true man whe e helep people we them de for we middle, same how whe people them done teach we. We no get word them for tell una say, same how whe one man e de look for up for sky some fire whe some man e throw'um, for all like whe people e done show for we, for glad whe e be, same how all time whe we no been like 'um. We no get no words them for tell una say. E be na only for tell una say how whe we done see people them like. For all man whe e been understand we , for all man whe them no been understand we, for all man whe them been welcome we, for all man whe them been helep we forseka we be same how you de for home, for all man whe them be de ask we say how we life for Africa e been be, for all man whe them be de prayer for we... We de thank thing them whe white man e done do um, forseka e be de helep we for savy for each other... We de thank specially for we families them, and for we big family, Fraternity Albisara, for Emaus... We no go finish time whe we no go hollar say ¡thank you plenty! for all man, for Spirit whe e de flop all man, and for God e papa whe e looke forseka we. Some picture we them de helep una for se we last days for Cameroon.

domingo, 28 de junio de 2009

Especial fotos Junio: un poco de turismo




Os ofrecemos aquí una selección de fotos de este mes, en el que hemos tenido oportunidad de hacer algo de turismo.

Cyrille e Inma en una visita a Foumban, un centro cultural importante donde hay un sultanato o lamidato, de fuerte influencia árabe. El rey regula gran parte de la vida de la zona. El gran tam-tam de Foumban, utilizado para convocar a la población en eventos importantes.
Tras la visita al museo etnográfico, esta pintoresca panda de trovadores nos deleitó con una pieza compuesta especialmente para bodas (...).
Tuvimos la suerte de ver al mismísimo Sultán o Lamido en persona, quien antes fue Ministro de la Juventud. El título se obtiene por nombramiento y el elegido no puede negarse. En la foto, el Sultán liderando un pleito.
Una incursión a un pueblecillo bien alejado de la ciudad, con una escuelita recién nombrada "de San José de Calasanz". En la foto, los niños en la procesión de las ofrendas.

Uno de los trabajos más tediosos de la gente de la selva es la extracción del aceite de palma. Con ayuda del agua, se pisa el fruto, una especie de dátil de color fuego y más tarde se hierve y filtra.Y por último, en Widikum, donde las monjas del Centro de Salud donde Alberto ha estado yendo tienen otro centro. Muy cerca, hay un puente colgante de los de película, hecho de lianas, aunque a la gente de la aldea no le haga ninguna gracia tener que pasarlo todos los días para ir a vender. Mientras Inma hacía fotos, Alberto se atrevió a cruzarlo, pasito a pasito... En la última foto, Balú está detrás de Inma, pero es un poco tímido...

martes, 9 de junio de 2009

Fever, cough catarrh

Esta tríada sintomática repetida como una cantinela es lo que Alberto ha estado escuchando tres días a la semana en el Hospital de las Siervas de María, al otro lado de la ciudad, en Bamenda. Hasta ahora no habíamos hablado demasiado del hospitalico, que es más bien un centro de salud, y ahora que ya sólo nos queda una cenita de despedida con las entrañables monjitas, no está de más resumir también esta experiencia (que en cierto modo también ha sido de los dos) y contar alguna anécdota.

La experiencia ha sido de lo más pintoresca y enriquecedora. Al principio, las monjas decidieron que, dado que los niños son "los pacientes más fáciles" (!), Alberto se convertiría en pediatra oficioso. De ahí que las quejas más frecuentes que ha ido escuchando hayan sido los catarros, las toses y las fiebres. Hasta el punto de que las madres no daban ni tiempo a preguntar por su nombre, la edad del niño… ¡qué va!, directamente: "fever, cough, catarrh". Seguidos, por supuesto de malaria, fiebre tifoidea en los mayores, abscesos imposibles en niños de 3 años, sepsis neonatales, tuberculosis… Pero el verdadero reto ha sido el idioma. Para empezar, el inglés en medicina tiene infinidad de falsos amigos con el español, así que resulta peligroso usar el Spanglish… Y para colmo, el pidgin, hablado por la mayoría de abuelas, señores mayores y mamás. Muchas traducciones al pidgin son dignas de mencionar. Una de las características del pidgin, además de su curiosa y simple gramática, es la cortedad de su vocabulario, de manera que salen expresiones como: "Somtin e de comot for your woman skin?" (sic), es decir, ¿sale algo de "tu piel de mujer"? cuando queremos preguntarle a la azorada paciente si tiene alguna secreción en sus partes nobles; o aquélla de "Doctor, I get somtin whe e de walka for inside" (tengo algo que se mueve por dentro)… En fin, que había hasta que contener la risa.

Una de las muchas veces que Inma ha pasado por el hospital tuvimos la oportunidad de presenciar una cesárea, y ver lo blanquitos que salen los negritos, je, je. Pero aún está esperando a ver un parto natural, y siempre llega cinco minutos tarde.

Durante estos meses en los que Alberto ha estado yendo, las monjas se han encargado de que el "White man doctor" no tuviera ningún bajón de azúcar, proveyéndole de tentempiés para saciar su hambre. Lo mejor fue un día, que de pronto irrumpe en la consulta Sor Margarita, una monja joven mexicana y saca del amplio bolsillo de su hábito, con gesto de prestidigitador, ¡un bocadillo de tortilla de patatas! Relamiéndose de gusto, cuando Alberto se disponía a dar cuenta de tan preciado manjar por estas tierras, aparece Sor Carmen, la superiora, una monja oronda y muy dicharachera diciendo en un susurro cómplice: "te he traído algo". ¡Y era otro bocadillo de tortilla de papas! Como no era cuestión de hacer el feo a ninguna de las dos, era obligado comerse los dos bocadillos, sin ocurrírsele siquiera guardar uno para Inma, que no disfruta de tales monjiles cuidados.

Bueno, amiguitos, hasta aquí un pequeño resumen de esta otra parte de nuestra experiencia. Chino, chano, estamos a un mes de decir adiós a nuestro cachito de vida aquí, en Camerún. No hace falta que os expliquemos cómo nos sentimos, porque además es difícil expresarlo... Pronto nos veremos.

En las fotos, algunos momentos en el Centro de Salud y una foto del fin de semana pasado, con unos amigos españoles que trabajan en Kumbo.

jueves, 21 de mayo de 2009

The mango season


Hola a todos y todas. Somos dos cooperantes de Granada en Camerún. Antes teníamos un blog pero nos olvidamos de él y de todos los que lo leían.

Je, je… ¡Hola! ¡Ya casi hay que preguntar hasta por la salud! Pues sí, amiguitos, seguimos aquí, no nos ha tragado la tierra, ni un león, ni estamos de vacaciones en el Caribe cuando todo el mundo cree que seguimos en África. Seguimos aquí, y con muchas novedades, algo atareados en cerrar actividades porque nos quedan menos de dos meses para terminar nuestro año y medio en Camerún. Es por eso que hemos dejado algo abandonado el blog de un tiempo a esta parte. Por eso, y porque a dos servidores, que no somos literatos, se nos acaba la inspiración y necesitamos una temporada de barbecho para volver a escribir algo inteligible y decente.

En la última ocasión, os dejamos colgados sin más noticias de la visita de Paco, Pilar y Chusmi, de la Fraternidad de Aragón. Pero intentamos dejaros acceso a su blog, en el que sí que dieron cumplida cuenta de la semana que pasaron con nosotros. Resultó ser una agradable semana para todos, aunque no pudieron disfrutar mucho de los niños, que estaban de vacaciones. Desde aquí volvemos a saludar a Fr. Nikon, con su incansable cámara, a Pilar y a Paco. Aún nos acordamos de las largas noches de charla y risas.

El título de esta nueva entrada responde a una fiebre que se extiende cuando llega esta época, especialmente en los niños (y no tan niños) en los que los enormes árboles cuajados de mangos (no siempre maduros) ejercen una atracción que raya la obsesión. Ilustre esta fiebre la insistencia de los niños durante el recreo, que se cuelan en la casa para recolectar la preciada fruta (provocar los gritos de Father Emilio o Father Marcel forma parte del encanto), o que llaman insistentemente al timbre pidiendo mangos. La cosa es que la mayor parte de los árboles aún no han madurado la fruta, con el consiguiente peligro para los estómagos de los ávidos infantes. El otro día estábamos hablando con la directora del colegio de Futru cuando llegó Mme. Vero, profesora de primero, pidiendo a la dire un castigo ejemplar para uno de sus alumnos, que había tenido la ocurrencia de saborear el fruto prohibido bajo el pupitre, durante la clase. Varios niños y niñas del cole de Mbelem han sido sancionados para escarmiento público porque se conoció que faltaban a clase con el único propósito de recolectar mangos y comérselos. No es raro ver a los alumnos y alumnas del cole llegar tarde, y cuando uno aguza la vista resulta que llevan los bolsillos o el regazo de la camiseta cargados de mangos, arrancados no siempre de árboles más o menos públicos sino de la mismísima propiedad particular de algún vecino o vecina. “The mango season” no es porque sí. La verdad es que están muy buenos. En el fondo, la versión africana de la manzana, más moderna, inocente y a manos de niños, provoca la envidia secreta de los adultos. Quién fuera niño para trepar a los árboles…

Poco a poco llegamos al final de nuestro cachito de vida aquí. Estamos ya cerrando la mayor parte de actividades. El otro día ya cerramos Starlight, el instituto de secundaria al que hemos estado yendo para dar clases de ética (moral instruction). La despedida fue sencilla pero emotiva, además de sorpresa, y nos llevamos un par de bolsas camerunesas, hechas de rafia. Esta semana hemos terminado también la oración continua con los niños, con una pequeña celebración, dinámica y participativa, como hemos intentado hacerlo durante todo el tiempo. Aún seguimos delante del ordenador para muchas cosas (proyectos, Centro Cultural, Computer Room…). Gracias a que empezamos a bajar el ritmo tenemos en mente alguna escapadita, y otras que ya hemos hecho: no nos podíamos ir de Camerún sin ver el monte del mismo nombre y visitar Limbe, otro de los escasos atractivos más o menos turísticos de Camerún. Os ofrecemos una fotografía del imponente Monte Camerún, de m. Desde Limbe se disfruta de una panorámica de la isla de Malabo, antigua Fernando Po y parte de la actual Guinea Ecuatorial. Así que, desde lejos, hemos visto Guinea.

Por ahora es todo. Hasta pronto. Esperamos que la próxima aportación no se haga esperar tanto.

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