Masa how?

En Pidgin English o kamtok, significa ¿Cómo estás? Este blog nace con la intención de transmitir nuestra experiencia como cooperantes en Bamenda (Camerún) con los Escolapios desde enero de 2008. Pasa, estás en tu casa.

viernes, 22 de febrero de 2008

DE YAOUNDE A KUMBO



En esta última semana hemos visitado las distintas comunidades de la Viceprovincia y por tanto hemos visto todos los proyectos y sueños que se llevan a cabo.
Cada comunidad es un mundo, todas muy distintas y por otro lado muy parecidas. En todas nos acogieron con cariño.
Tras salir de Bamenda nuestra primera parada fue en Bamendjou, donde el paisaje pasó a ser aún más rojo. Lo primero que llamó nuestra atención fue encontrarnos con una bonita iglesia de estilo polaco en mitad de Camerún. En Bamendjou viven cuatro escolapios, aunque sólo conocimos a tres: Cyrille, Ángel Miguel y Stanislav. Bamendjou es francófono y por tanto el idioma de la comunidad es el francés, lengua que como todos sabéis, manejamos a la perfección. Pero hay barreras que cuando hay interés se pueden saltar. No obstante Stanis, convencido de que a fuerza de escucharlo aprenderemos, se empeñaba en hablarnos y hablarnos aunque no nos enteráramos de nada. Ángel Miguel, el único español de la casa, es un personaje que parece que siempre está de paso: tiene siempre un aire despistado y parece como si viera las cosas por primera vez, lo que hace que sea fácilmente acogedor. Con ellos dos estuvimos viendo alguno de los colegios y capillas que dependen de la comunidad, y por fin vimos dos colegios independientes de la Diócesis y nos alegro ver que están en muy buenas condiciones y que el ambiente que se respiraba era francamente bueno. También vimos un árbol enorme que no sabemos exactamente que es pero que en principio pensamos que era un baobab…pero su apariencia no nos encaja con los dibujos del Principito. Por la tarde fuimos con Cyrille, el responsable de las escuelas, a comprar a Bafoussan, y comprobamos que es un escolapio de los pies a la cabeza, muy preocupado por las necesidades de los niños.
Nuestra siguiente parada fue un punto indeterminado en mitad de la carretera que nos llevaba a Bafia. El magnifico Land Rover, el tanque, el que parece el mejor coche de la Viceprovincia decidió no seguir trabajando, así que estuvimos los tres pasajeros (ahora íbamos con Mariano) esperando unas dos horas a que vinieran a cambiarnos el coche. Ya con un coche en apariencia más humilde, pero con el detalle de andar, seguimos hacia Bafia donde comimos y conocimos un poco la comunidad. Allí se está construyendo un colegio de primaria, y ya esta en marcha un centro cultural con muchas actividades, entre ellas un cibercafé y clases de informática. Por supuesto todo esta vida es alrededor de la parroquia. Tras un par de horas en Bafia seguimos nuestro camino rumbo a Yaundé, la gran capital.
En Yaundé hay dos comunidades, una la que forman los juniores, no solo de Camerún sino también de Senegal, Guinea… y otra la de la Parroquia, donde viven Leonard, Christian, Martín y Antonio. Martín es un escolapio entrañable que nos agilizó los trámites que teníamos que hacer en la Embajada porque conoce a todo el mundo allí, incluido al bibliotecario con quien mantiene todos los jueves una animada charla sobre asuntos varios. Antonio es la ironía en persona, con gran humor y todo un amante de los animales. Leonard fue nuestro Cicerone en lo poco que hay de turístico en Yaundé: los edificios de las embajadas y de los ministerios, el monumento a la unificación, la catedral y una basílica…el resto poco se diferencia de Bamenda, aunque al menos hay alumbrado publico y aceras por bastantes zonas.
Pero nuestro tour todavía no había terminado; con un pasajero más, nos dirigimos a Kumbo, pasando por Bandjoun y Bamenda. El nuevo pasajero, José Manuel, ha estado esta última semana ofreciendo a los profesores y formandos escolapios algunas charlas sobre Pedagogía escolapia, por lo que se hace necesario hablar de la situación del mundo y la necesidad de buscar un modelo de desarrollo distinto al que han seguido los países del norte que crea tantas desigualdades, tan claras aquí. José Manuel nos hizo más agradable el viaje de vuelta, cercano y amable en todo momento.
Para llegar a Kumbo hay que ir por una “carretera”, llena de baches, y en su mayor parte de tierra lo que en la estación seca supone polvo y más polvo. En los mapas aparece con asfalto todo el camino, ya que Europa la financió, pero el proyecto fue afectado por una de las enfermedades del país: se invirtió un poco y el resto “pa´la saca” del listillo de turno. En Kumbo hay una casa de formación dónde están los prenovicios, que son ocho. Con ellos viven cuatro escolapios más: Ángel, Gerard, Kisito y George. Pudimos ver a Ángel en acción dando clase en un colegio de primaria, toda una experiencia. También conocimos una escuela de magisterio de los maristas.
Como veis esta última semana no nos hemos aburrido, y la verdad que nos hemos contagiado del espíritu soñador de estos cameruneses-aragoneses, que no paran de pensar en nuevos proyectos para mejorar la realidad de este país.

lunes, 11 de febrero de 2008

No line, no ashes



El pasado miercoles, como casi todo el mundo sabe, fue Miercoles de Ceniza. En este dia la tradicion es imponer la ceniza en la frente o el flequillo de la multitud. Aqui casi todo lo simbolico cobra un sentido magico, que muchas veces nos choca, aunque quiza seamos nosotros los que nos empenamos en llenar de contenido todo y darle vueltas a la cabeza. Pero la cosa es que cada misa de miercoles de ceniza llena hasta la bandera la iglesia de gente esperando su poquito de ceniza, a la que atribuyen propiedades curativas. Algunos musulmanes, atraidos no se sabe bien porque, se acercan tambien a recibir la ceniza... La noche antes del miercoles de ceniza la comunidad se reunio para organizar las multiples misas que habria.
Marcel es escolapio. Es ademas una de esas personas con las que te gustaria hablar armado de una libretita, porque cada intervencion suya es una aseveracion sobre la verdad de la vida. La suya en la reunion sobre la ceniza fue precisamente “No line, no ashes”. Vamos, que si la gente en la iglesia no hacia una fila ordenada para recibir la ceniza se la guardaria y se iria con la ceniza
a otra parte. Otra discusion fue cuando dar la ceniza. Si la daban en mitad de la misa, la gente se largaria tan contenta, dejando la iglesia vacia. Esto es Africa… Por otro lado, la ceniza era una pasta negra resultante de mezclar con un poquito de agua, dandole un aspecto de barro negro…

Como lo prometido es deuda, os vamos a contra algunas cosicas sobre los taxis en Camerun. El metodo para coger aqui un taxi es:
Esperar a que pase uno libre. Para un taxi camerunes estar libre significa llevar alguna de las 5 plazas (sin contar con el conductor, y una mas si entre los pasajeros se cuenta un nino) libres. El quinto asiento sale de poner un comodo cojin sobre el freno de mano.
Decir al conductor el destino, y pactar con el un precio, dentro de unos limites mas o menos establecidos.
Una vez en marcha lo mejor es prescindir de mirar al frente, para evitar pequenos sobresaltos consecuencia de la conduccion “free-style” del conductor. Aqui los carriles
son relativos, los adelantamientos son bilaterales y el toque de claxon te da preferencia absoluta sobre los demas usuarios de la via. Con todo eso, son raros los accidentes.
Por supuesto, como han hecho contigo, no has de extranarte si por el camino el taxista se detiene para subir a otro viajero cuyo destino le convenga.
A la orden de “Drop me/us here” el taxista detiene el taxi y te bajas.


Asunto aparte son las Okadas, unas motos de construccion japonesa que valen cuatro duros y que hacen las veces de moto-taxi. Son muy poco recomendables, teniendo en cuenta sus dos plazas convertidas en tres (cuatro si hay un nino, claro), la ausencia de casco, la conduccion temeraria y la alta siniestralidad. Si pasais algun dia por aqui no nos vereis en una de esas.

Bueno, por hoy ya basta, que no todo van a ser reflexiones sesudas. Hasta la proxima, amiguitas y amiguitos.

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