
El domingo pasado Madame Theresia y Stephen nos invitaron a comer a su casa. Nos “amenazo” con deleitarnos con algún plato de comida camerunesa y cumplió con su promesa: el achu, una especia de bola de masa hecha con harina (de alguno de los tropocientos tipos que aquí tienen) y plátano. La bola de marras se presenta en una hoja de platanero. Se come con los dedos, mojando una salsa hiper picante que pasa factura en nuestro aparato digestivo. Theresia es directora del colegio de Futru, y es omnipresente en la misión. Estuvieron en España hace unos 12 anos, pasa

Ayer estuvimos en casa de Brigitte, una de las mujeres que esta en el grupo de laicos. Tuvimos una eucaristía en el salón de su casa, al estilo de las de allí aunque con mucha más espiritualidad (rozando a veces la contemplación onírica, mas comúnmente conocida como cabezada) y luego compartimos el almuerzo-cena (a las 5 de la tarde!). Fuimos a casa de Brigitte, a media hora de Bamenda, todos en la misma furgoneta, conducida por Father Justine, que como buen escolapio necesita siempre del amparo de San José de Calasanz y su colega celestial San Cristóbal. Incluso en la furgoneta había un ambiente muy animado.
Hoy hemos visitado el St. Mary Hospital, un hospital que llevan las Siervas de Maria, y nos ha reconciliado un poco con la forma de entender (o de poder mantener) la sanidad aquí en Camerún. Las monjas nos han recibido muy amablemente y nos han guiado por todo el hospital para que lo conociéramos.
Como veis poco a poco vamos conociendo esto y cogiendo soltura para movernos, andar por la ciudad, coger un taxi… Aunque esto de los taxis es otra historia y merece ser contada en otro momen

Para terminar, contarle a Inda que los atardeceres aquí son especiales, la bruma y el polvo del desierto (el Hammata) velan el sol y matizan los colores, dando unas luces ocres muy chulas. En la estación húmeda no será igual, ya os contaremos.